IFS (International Food Estándar) y BRC (British Retail Consortion)
IFS es un protocolo privado desarrollado por los distribuidores alemanes, franceses e italianos, con el propósito de ayudar a los proveedores a que suministren productos seguros conforme a las especificaciones y a la legislación vigente. La norma se ajusta a los requisitos internacionales (GFSI) y permite garantizar la seguridad alimentaria y el control de calidad de los productos a través de evaluaciones completas a los suministradores.
Por su parte, BRC es un modelo desarrollado por el comercio minorista británico y uno de los más difundidos internacionalmente para que los distribuidores y grandes superficies certifiquen a sus proveedores de producto. Al igual que en el caso del IFS, su objetivo es asegurar que los proveedores cumplen con una serie de requisitos que garantizan la salubridad de sus alimentos.
Tanto la norma IFS como la BRC cuentan con requisitos específicos en cuanto a exteriores, edificios, paredes, suelos, techos, ventanas, puertas, iluminación, etc., entre ellos, destaca, como decíamos, la exigencia de que las ventanas donde se manipulen los productos estén absolutamente protegidas.
ISO 22000
Por último, la norma UNE-EN ISO 22000 especifica los requisitos que debe cumplir un sistema de gestión para asegurar la inocuidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria, hasta llegar al punto de venta y al consumidor final. Esta norma integra los principios del APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico), un método reconocido y aceptado internacionalmente para garantizar la seguridad de los alimentos.
En el caso de la ISO 22000, no recoge requisitos específicos en cuanto a las instalaciones donde se manipulan los alimentos, sino que deja en manos de los auditores la valoración del riesgo de las instalaciones para conocer cómo afectan a la inocuidad del producto.
En el siguiente cuadro, se pueden ver las principales diferencias entre estas tres normas. |