Cuando faltan menos de dos meses para la época navideña, muchos establecimientos han comenzado a vestir sus escaparates para la ocasión y preparan con detalle los días, probablemente, de mayores ventas del año. Sin embargo, el incremento de afluencia de personas en la calle y haciendo sus compras trae consigo mayores riesgos para los escaparates de los comercios, que se ven más expuestos a accidentes y a roturas.

 

Lo que ocurre cuando un cristal se rompe, ya sea por accidente o por actos de vandalismo, como intentos de robo, es que los fragmentos se proyectan a gran velocidad, con el consiguiente peligro para las personas que pasan por la calle o están dentro de los establecimientos. La colocación de una lámina de seguridad como la de 3M ofrece protección ante este tipo de accidentes.

Las láminas se adhieren al vidrio y cumplen la función de que, si este se rompe, los cristales no se abalancen ni salgan despedidos. Se trata de una lámina fácil de instalar, completamente transparente, que se aplica en el cristal con agua y jabón, como cualquier vinilo al ácido y, mediante presión, con una espátula de goma, se va eliminando el agua para que se adhiera al vidrio y al marco de la ventana.

 

Como decíamos, la función que cumple, fundamentalmente, es que, si se produce una rotura espontánea (o no espontánea, por ejemplo, un golpe) los fragmentos de cristal no se desprendan y puedan dañar a las personas. En el Código Técnico de Edificación, existen determinados edificios que están obligados a tenerlas, bien por el tipo de edificación que sea o bien porque estén ubicados en zonas que pueden ser conflictivas (Embajadas, zonas comerciales, hospitales, hoteles, etc.). 

 

En muchos de estos edificios, con el fin de lograr mayor luminosidad y amplitud, se han sustituido las barandillas tradicionales por paneles de cristal hasta media altura. Si se rompe uno de esos vidrios, no se trata sólo de que se haga pedazos y que salten astillas, sino que, además, el vidrio no se desplome y le pueda caer a alguien encima.

 

Las láminas de seguridad 3M también cumplen una función antirrobo importantísima. Si colocamos una de estas láminas en el cristal de nuestra tienda y alguien intenta destrozarlo con una maza, ésta va a rebotar. El cristal se llenará de rayas, pero no dejará un agujero por donde entrar a nuestro negocio, por lo que es un perfecto elemento disuasorio de robos por alunizaje o butrón en el cristal.

No sólo los comercios se pueden beneficiar de la protección que ofrecen las láminas de seguridad 3M. Los hogares particulares, casas bajas, chalets, terrazas, segundas residencias, etc. son lugares perfectos para la instalación de este tipo de láminas, con el objetivo de proteger los cristales frente a intentos de robo, condiciones meteorológicas muy adversas (tormentas, fuertes vientos, granizo…) o actos vandálicos. 

 

Lo mismo ocurre con guarderías y colegios, centros con presencia infantil y zonas de juegos, donde es muy habitual que ocurran accidentes con los cristales (como, por ejemplo, balonazos) y donde, además, la protección de las personas que se encuentran allí es más que necesaria.

 

Las láminas de seguridad 3M son de fácil mantenimiento. Como hemos dicho, son completamente transparentes y se pueden limpiar con productos habituales, siempre que no sean abrasivos.

 

Se trata, pues, de una solución sencilla y práctica para garantizar la seguridad de los cristales y, por supuesto, de las personas. ¿A qué esperas para instalar la tuya?